viernes, 30 de noviembre de 2007

La ST. Crónica VII: La Gran Invocación

Año 3654.

Nuestros héroes están preparados para llegar a Marte. Como son unos súper héroes pobres, no tenían medios para ello, así que la gatita Roña viajó al 2007 y les trajo el Trini-móvil. Una vez con el coche en el futuro, la trinidad lo tuneó como pudo (con piezas de lavadoras, de microondas, chicle para las junturas…) y creo la Trini-nave, con la que podían viajar por el espacio. El combustible era una fuente inagotable de gases fétidos provocados por Peste.
De esta guisa, nuestros héroes aterrizaron sobre Marte.

En un principio no había nada sospechoso, sólo un montón de roca roja. Un páramo desértico hasta donde la vista alcanzaba.
No advirtieron, que camuflados en la rojez del lugar, estaban los marcianos (no olvidemos que son como Carmen de Mairena), y como llevan pelucones rojos, pues no los vieron hasta que fue demasiado tarde.
-Piii urrgfas rgraseg wrere –dijo un marciano. Lo que significaba: “A por ellos, ya los tenemos”

Nuestros héroes se concentraron, cerraron los ojos, se tomaron de las manos. La energía era tangible. De pronto se hizo el silencio, era la calma que precedía a la tormenta. Era el nuevo y potente de la trinidad.

-TSUNAMI DIARREICO –exclamaron al unísono.

De la nada apareció una gran ola de diarrea y putrefacción, arrasando todo consigo. Todos los marcianos que estaban en el lugar fueron arrastrados. El camino a la base marciana estaba libre.Nuestros héroes llegaron por fin. Era un complejo futurista, una especie de fortaleza que a simple vista parecía infranqueable.
-No os preocupéis, he estado practicando un nuevo ataque –dijo Suciedad- GRAVEDAD SUCIA. Este nuevo ataque de Suciedad, consiste en lanzar una pequeñísima bola de mugre, pero con la densidad de una súper nova. Al chocar contra las paredes del complejo, la bolita de mugre destruyó y absorbió todo el muro.

-Muy bien Suciedad –dijeron los demás.

Una vez dentro, comprobaron que no había nadie. El complejo era inmenso. Menos mal que en las paredes había indicaciones de cómo llegar al sumo marciano, el líder.
Siguiendo los cartelitos, llegaron a una gran sala, en cuyo centro, había trono. En él estaba sentado el Gran Marciano. Este marciano no era como los demás (no era como Carmen de Mairena), era el Pozi.

-Habéis destruido a todo mi ejército, malditos terrícolas. Este será vuestro fin –dijo el Pozi.
-No te lo crees ni tú, ROÑA GENITAL –exclamó Peste. Este nuevo ataque de Peste consiste en meter la mano en la entrepierna, sacarla al momento y lanzar un potente rayo pestoso.
Pero el Pozi lo detuvo con la mano como si tal cosa.
-Vuestros poderes no surten efecto en mi, Jajajajaja.
-Ahora verás, LLUVIA FECAL –gritó Asco. Otro ataque nuevo, Asco con sus poderes mentales invoca una lluvia fecal, cuyas gotas son más corrosivas que el ácido sulfúrico. Pero fue inútil, al Pozi le caían las gotas, pero era como si fueran gotas de agua limpia.
-Ahora estáis a mi merced, MORIREIS.

Nuestros héroes estaban perdidos, el Pozi se levantaba de su trono, y de su chepa sacó un cañón de haz de luz marciana, el arma más potente jamás inventada.
-Chicos, es el momento de intentar el nuevo ataque conjunto –dijo Asco.
-Está bien, adelante –dijeron los demás.

Unieron sus manos, formaron un círculo, y en su interior empezó a aparecer una figura. Este ataque es conocido como La Gran Invocación. Al pasar unos segundos, en el centro del círculo apareció una mora de la plaza de Hadú, una de esas moras con los gorros que venden verduras podridas.
-Fátima Sora, es tu turno –dijeron la trinidad.
-As carabbi –dijo la mora.

La mora se subió la chilaba, y de su interior salieron los gases fétidos más poderosos jamás creados, hasta a la trinidad le parecieron pestosos. El cañón del Pozi fue inútil, cuando la densa nube pestosa lo alcanzó, se petrificó y murió. Pero el ataque se le fue de las manos a la mora, y arrasó todo Marte, dejándolo yermo para siempre.
Una vez concluido su ataque la mora desapareció y nuestros héroes pudieron volver a la Tierra. La gata Roña les dio las gracias y los envió de nuevo a su tiempo, junto con el trini-movil.

Cuando llegaron a casa, se encontraron con una sorpresa. Una mujer de aspecto bastante snob y pijo estaba rebuscando entre sus cosas.
-¿Quién eres? –preguntó Afri.
-Uyyyy que susto, o sea, casi me muero –dijo la mujer.
¿Qué haces aquí? –preguntó Dani.
-Me encantaría quedarme a charlar de moda y de tenis, pero tengo prisa, trinitontos, jajajajaja –dijo la mujer. Una potente luz y un fuerte olor a aloe-vera inundó la sala, y la mujer desapareció.
-Comprobad que está todo –dijo Christian.

No faltaba nada, o eso creían. La extraña mujer se había llevado la Caja P, y la Trinidad no lo sabría hasta muy adelante.

Nota: La Trinidad desea disculparse, ya que por los poderes allí utilizados (sobre todo por el Tsunami Diarreico y La Gran Invocación), Marte ha quedado yermo para siempre, no hay organismo vivo que resista tal concentración de pudredumbre en un lugar.