Un grupo de marujas, de esas que tienen los rulos puestos y una bata de limpieza, caminan por la calle. La gente las miran extrañados, pero ellas hacen caso omiso, están muy concentradas en su labor… ¡¡Limpiar la ciudad de cualquier animal, ya sea gato, perro o incluso los alegres pajarillos!! Para ellas son mugre, seres que mancillan la ciudad, maculan todo a su paso, y eso ellas no lo pueden consentir, hasta han "limpiado" algún que otro mendigo.
Son 7, en un principio sólo eran marujas normales, de esas que se reúnen para tomar el café y poner a parir a la maruja que no está presente. Pero su obsesión por la limpieza creció tanto que decidieron limpiar sus cuerpos por dentro inyectándose KH7 mezclado con lejía, en lugar de matarlas, se convirtieron en mutantes de la limpieza.
Cuando comenzaron a actuar, las autoridades no les prestaban atención, si son capaces de eliminar la suciedad de la calle y encima gratis, no les iban a decir nada. Pero conforme pasaban los días, estos monstruos empezaron a limpiar a las personas, a través de sus dedos lanzan un líquido blanco que hace que las personas se queden petrificadas y entonces las limpian con bayetas para que nunca más puedan ensuciar nada. A otras personas más afortunadas, pulverizan ese líquido en sus ojos y los convierten en autómatas capaces de limpiar la grasa más incrustada.
Al convertirse en mutantes, perdieron sus identidades, cambiando sus nombres por M1, M2… M7.
Ahora están decididas, quieren hacerse con el control de la ciudad, y para ello tienen que secuestrar al alcalde.
- No sé, no sé, esta gata viajera temporal, dice que se hacen más fuerte cuanto más limpian, creo que hemos estado ociosos demasiado tiempo, tenemos que actuar de una vez y acabar con ellas –dijo Christian.
- Está bien, pero antes es mejor que vayamos de incógnito y veamos como actúan, no podemos arriesgarnos, más vale prevenir. ¡¡Al Trini-Móvil!! –dijo Dani y con esas palabras salieron to petaos hacia la gran vía.
- Bien, es hora de actuar –dijo Christian.
Suciedad creó su muro de mugre, pero fue inútil, ese oxígeno fue capaz de destruirlo en pocos segundos, entonces Peste, con todo su poder lanzó una niebla oscura para corromper ese líquido tan límpido, pero fue en vano, la niebla se evaporó al tocar el oxígeno. Asco aún no había actuado, estaba concentrado con los ojos cerrados, algo estaba pensando, pero necesitaba más tiempo, hasta que de repente abrió los ojos de golpe y al grito de "Ilusión Repulsiva", creó cientos de ilusiones de cacas y meados de perros, vómitos de borrachos, mocos pegados por el suelo que las marujas al ver tanta repulsión lanzaron la ola de oxígeno a muchas partes a la vez, perdiendo fuerzas, así cuando estaba a punto de tocar a nuestros héroes, Peste, con un sonoro y fétido cuesco, agarró a sus compañeros de las manos y se propulsó hacia arriba, hasta el tejado de un edificio.
Lo que no sabía Peste, es que allí estaban las otras tres marujas, pero al parecer las marujas no notaron su presencia, estaban entonando un cántico, algo así como: Bang, Bang, con Cillit Bang, la suciedad se va en un Bang, haz la prueba y tú verás…
Fue entonces cuando Suciedad, en un impulso creó una cúpula de roña alrededor de ellas, Peste le siguió y creó una densa nube fétida alrededor de la cúpula.
- Moriremos luchando –dijo Suciedad.
- Tú lo has dicho, lucharemos con todas nuestras fuerzas, aunque sea lo último que hagamos –dijo Asco.
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